No sé a vosotros pero yo soy muy de fases…necesito estar en el estado mental adecuado para inspirarme…hay gente a la que la inspiración le viene rodada pero yo no soy de esas suertudas…necesito estar o bien en un estado mental y físico estupendo que me anime o todo lo contrario: que me encuentre física y mentalmente agotada de tal manera que o hago algo distinto o me tiro de un puente.
Pues bien, con la cocina me pasa lo mismo. Me encanta cocinar. Es algo que me fascina sobre todo por la variedad de cosas que ofrece que siempre siempre hay algo que aprender. Este blog sale de eso de mis ganas de aprender y cocinar lo más sano posible pero si me encuentro muy atorada mi amor por la cocina/blog desaparece y acaba convirtiéndose en una estrés más de mi lista de habituales.
Más que nada porque si en el curro estoy que no puedo más, estoy tan cansada que no se me ocurre qué cocinar y acabo comiendo peor, mal y poco variado hasta que tienes días en los que dices hasta aquí he llegado. Y ese momento fue cuando fui al mercado.
Mi nevera hacía eco desde hace un par de semanas y las niñas han comido más patatas últimamente que ya tienen forma de una..pero cuando llegué al mercado y me encontré mi puesto habitual tal que así:
Me dije que me tenía que quitar la espesez de encima. Y así lo hice. Mi nevera acabó con este aspecto:
Así que cogí un puñado de mis libros favoritos y me puse a buscar recetas que había marcado pero no había hecho y me encontré con esta. La razón principal por la que siempre quise hacerla es porque no utiliza azúcar y utiliza mijo y siempre me siento intrigada por recetas así. Utiliza miel pero no son empalagosamente dulces sino más bien muy limoneros…ahora eso sí..son densos pero como le comentaba a una amiga mía a la que le he llevado un par esta mañana, por lo menos no picoteas una vez que te los tomas!
Empecemos pues:
Ingredientes:
-
280 gramos de harina integral (de ahí lo densos)
- 60 gramos de mijo crudo
- 1 cucharada de las de té de polvos de hornear o levadura en polvo
- 1 cucharada de las de té de bicarbonato de soda
- 1/2 cucharadita de las de té de sal
- 225 gramos de yogur
- 2 huevos ligeramente batidos
- 120 gramos de mantequilla derretida
- 175 gramos de miel
- ralladura de un limón
- zumo de medio limón
Lo primero encender el horno a 200ºC y lo segundo lo de siempre: mezclar los ingredientes secos por un lado y los líquidos por otro:
Presentamos a los ingredientes secos los mojados y los mezclamos pero solamente lo suficiente para que se incorpore bien la harina. Si lo mezcláis mucho quedarán duros:
Lo repartimos en el molde de muffins y al horno durante 15 minutos más o menos:
Ya tenéis listos unos muffins de los más saludables, sabrosos y llenadores! Hoy me lo he tomado de desayuno junto con un smoothie de acelgas. Toma comienzo de semana saludable..a ver si aguanto!! 😉
Que viva la inspiración!
Ánimo que mañana ya es martes.
Saludos mijosos,
Grumpster