Bien. Este DIY de hoy es una tontería y os puedo asegurar que todos toditos teneís los ingredientes necesarios sin excepción. Son sólo 2 ingredientes y no es que sea increíble pero sí muy fácil y resultón.
No sé a vosotros pero a mí y a Mr Grumpster nos han educado un poco a la antigua, y esto se traduce entre otras cosas en que cuando alguien te invita a su casa a cenar, lo más educado y correcto según nuestras familias es llevarles una pequeña atención. Lo normal es llevar una botella de vino o bombones pero el otro día, encontré esta idea y me pareció un regalo de lo más molón…y además es para el café de después de la comida/cena.
Además, coincidencia de las coincidencias, justo Jo, a propósito del proyecto navideño ha publicado un post sobre lo mismo o algo muy parecido y os juro que no lo habíamos planeado ni hablado con antelación.
Bueno, pues después de esta introducción os presento el post de hoy: terrones de azúcar.
Sí lo sé, pero ya veréis que al igual que en el post anterior, una cosa muy sencilla, presentada muy mona, parece mucho más apetecible:
Ingredientes:
- 1 taza de azúcar blanca
- 1 taza de azúcar moreno
- 2 cucharadas de agua
- moldes…si no tenéis los del hielo os sirven, siempre y cuando sean pequeños si no serán los terrones más grandes de la historia!
Pues es tan sencillo como añadir 1 cucharada de agua a cada taza de azúcar y remover…la idea es que tengan la textura de arena mojada:
Lo colocamos en los moldes elegidos y presionamos bien para que quede todo bien compacto:
Bien, esto es opcional porque en un principio, los podéis dejar tal cual secándose durante un ratito. En mi caso los calenté 30 segundos a la máxima potencia en el microondas y después los dejé enfriando/solidificando mientras hacía las camas, vestía a las enanas y preparaba la comida…
Después de una hora más o menos, llegó el momento de desmoldar:
Y ahora sólo queda empaquetar. Yo he usado unos botes de mermelada ( de paso reciclamos!):
Y con unos lazos, rafia, tarjeta, washi tape y cascabeles, he acabado los terrones de azúcar más presentables de la historia:
No puede haber un regalo más fácil y más barato….y bonito.
Saludos terroneros,
Grumpster